La falta de originalidad de la extrema derecha los condena a repetir una y otra vez los mismos slogans en diferentes países. Esta insistencia torpe muestra su falta de imaginación. Como se dice popularmente, estas personas no pueden ver más allá de su nariz. En esta columna los vamos a ayudar un poco.
La extrema derecha en Italia, Francia, Hungría, Inglaterra y ahora Irlanda se empeña en repetir el mismo eslogan: estamos llenos: “Italy is full”, “France is full”, “Ireland is full” etc. La idea es que el país ha recibido una cuota colosal de migrantes y refugiados que hace imposible proveer protección a personas que huyen de guerras, entre ellas la de Ucrania. Esta protección se encuentra consagrada en tratados internacionales firmados y ratificados por estos países democráticamente. No es caridad, es una responsabilidad internacional. Eso no les importa a los que aman los eslóganes.
Para ellos el país está lleno, los hospitales, los buses, las escuelas, los supermercados, las universidades, todas están llenas y no hay lugar para nadie más. Aquí es cuando la conversación termina y la ausencia de imaginación corta toda posibilidad de entendimiento. Porque si no somos capaces de dar un salto sobre el “punto final”, sobre nuestras propias convicciones y certezas: ¿cómo vamos a poder dialogar con otra persona? La imaginación nos permite ponernos en el lugar del otro, imaginar salidas y no quedarse en el puro descontento, el puro reclamo, la violencia.
Por eso es por lo que ahora vamos a ayudar a nuestros amigos de la extrema derecha. Empecemos con una pregunta: Si el país está lleno como ellos dicen, ¿Dónde están esos migrantes y refugiados que están repletando el país?
Aun cuando no los vean a su alrededor porque probablemente no son los amigos de sus hijos, ni están en sus fiestas familiares o las de sus amigos, no es difícil saber dónde están: están trabajando, acarreando sábanas en los pasillos los hoteles, cortando carne y matando animales en los mataderos, ordeñando vacas en la madrugada, cocinando la comida que se vende a todas horas en los supermercados, atendiendo las tiendas que abren 24/7. Algunos de ellos incluso conducen las motocicletas que les despachan su comida a través de Deliveroo. En resumen, ellos están haciendo el trabajo “poco calificado” que mantiene a este país funcionando, que todos usamos y que mantiene los precios de los productos y servicios bajos para que todos los habitantes del país puedan disfrutarlos sin culpa.
Si, tal vez este país está lleno: pero está lleno de migrantes cuidando de ancianos y ancianas en hogares de ancianos, está lleno de trabajadores de la construcción provenientes de Polonia o Lituania, healthcare assistants, camioneros. Este país está lleno de enfermeras trabajando largos turnos para cuidar de los niños mientras dejan los suyos al cuidado de familiares. Este país está lleno de mujeres cuidando ancianos europeos, limpiando sus casas por €10 la hora, gente alquilando piezas y casas a altos precios solo para saciar la ambición de sus dueños.
Tal vez no lo sepan los amigos de la extrema derecha pero los trabajadores migrantes además ganan por el mismo trabajo un 22% menos que los nacionales: por cada euro que gana un trabajador blanco europeo, un migrante gana 78 centavos. Como si fuera poco, para los trabajadores migrantes es casi imposible cambiar de empleador sin perder su estatus migratorio. Esto hace que empleadores se aprovechen y los trabajadores tengan miedo de reclamar.
Esta es la imaginación que le falta a la extrema derecha: imaginar a este país sin trabajadores, sin mano de obra barata que satisfaga sus deseos y les mantenga viviendo en la comodidad y privilegio en que viven dándose el lujo de no tener que pensar, de no tener que estar condenados a tener que imaginar un futuro mejor para sus hijos lejos de su hogar.
Amigos, ahora los invito a imaginar: Que pasaría si se fueran todos los que están llenando este país, díganme ustedes: ¿Quién les prepararía la comida precocinada que ellos compran en el supermercado?, ¿Quién cuidaría de la abuela en el hogar de ancianos?, ¿Quién conduciría el bus que lleva a sus hijos al colegio?, ¿Quién ordeñaría las vacas que los jóvenes no quieren ordeñar?, ¿Quién les haría la cama cuando van de vacaciones a un hotel, ¿Quién va a construir las casas que faltan en este país?
Imaginen.
Photo: Who Leads the Irish Far Right? – Anti Imperialist Action Ireland (anti-imperialist-action-ireland.com)
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