Ángel Marroquín
Ok vamos a ponernos serios e ir directamente a la sección de negocios internacionales. ¿Qué nos tiene preparado para hoy Mr Money? Un estudio, claro.
“Corruption and Firm Growth: Evidence from around the World” es un estudio recientemente publicado por European Bank for Reconstruction y que examina experiencias de 88.000 empresas multinacionales en 144 países con altos niveles de corrupción entre los años 2006 y 2020. ¿Cuál es el foco? El soborno que pagan las empresas.
El estudio analiza un grupo de empresas que pagan sobornos y muestra que hacerlo es dañino para ellas en términos de deteriora el proceso de contabilidad, impacta las ventas, afecta el prestigio y la productividad global. Sin embargo, aquellas empresas que pagan sobornos se desempeñan mejor en esas economías, es decir, crecen y se proyectan sólidamente en esos mercados.
¿Qué sucede si las empresas deciden no pagar sobornos?, ¿Les va mejor que a las que los pagan?
No. El negarse a pagar sobornos afecta negativamente a las empresas y les impide crecer porque no pueden acceder al lugar en que se toman decisiones acerca de nuevos proyectos de inversión y nuevas oportunidades de negocios. El estudio muestra, finalmente, que estas empresas crecen con mayor dificultad, lo que a fin de cuentas las termina afectando en cerca de un 10% en sus ventas totales, más o menos lo que hubieran gastado pagando sobornos.
¿Deberían las empresas multinacionales pagar sobornos en países corruptos o deberían tratar de cambiar esa cultura?, ¿Deberíamos nosotros aceptar que las empresas originarias del primer mundo actúen en países subdesarrollados en forma corrupta en nombre de un bien mayor como: impulsar el crecimiento económico de esas economías subdesarrolladas?
¿Deberíamos ver el vaso medio lleno y poner el acento en el beneficio que crean las empresas como dar empleo, mantener económicamente a familias de los trabajadores en el tercer mundo?
No olvidemos que las utilidades de esas empresas multinacionales regresan con ellas al primer mundo y mucho del dinero pagado en sobornos pagados en países corruptos se dirige al pago de políticos y coaliciones políticas que ofrecen garantizar la estabilidad de los negocios (extractivistas o de servicios) en esos países. ¿No habían sido enseñados los países del tercer mundo que las empresas no deberían interferir en la política?
Mr Money nos deja tramposamente sin respuestas, tampoco nos ofrece una última palabra, ese es su juego a fin de cuentas. Sin embargo una cuestión resulta intranquilizadora y es esta: la corrupción es hace años parte de la contabilidad oculta de las empresas. Se da por entendido que impulsar negocios con países corruptos obliga a las empresas a entrar en un juego de dar y recibir que no conduce a nada.
Porque si de algo estamos seguros es que tolerar la corrupción solo conduce a más corrupción y esta nunca beneficia a los pobres.
Aceptar la corrupción es como aceptar el cambio climático con resignación: no va a impedir que aumente la crisis climática y tampoco va a hacer esta menos terrible para todos.
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