Ángel Marroquín
Le gustaba viajar. Una vez titulada buscó trabajo en una línea aérea multinacional. Fue promovida y puesta a cargo de la sección latinoamericana de la empresa en Londres. La gran competitividad y estrés del cargo la fueron horadando moral y emocionalmente. Se sentía herida.
Una tarde pensó: “la vida es muy corta y quiero hacer otras cosas con ella”. Se fue a viajar por los lugares que había promocionado como agente de la línea aérea.
Se quedó 10 años viviendo en uno de esos países.
En un viaje a la selva descubrió una hierba que curaba heridas y que pertenecía al saber ancestral de los indígenas que vivían ahí.
Ella quiso ayudarlos.
Creó una empresa y compró a los indígenas sus hierbas e instaló un laboratorio en un país del primer mundo. Ella produjo una crema para curar heridas y la difundió a través del mercado europeo.
Ella se hizo millonaria.
Se compró una casa en un lugar remoto, se casó y ahora pasa su tiempo estresada tratando de dar abasto a los miles de pedidos que recibe su empresa.
Sigue herida y ahora vende cremas para curar heridas.
Leave a Reply